Primer Congreso Obrero Español. Fundación de la Federación Regional Española de la AIT. (FRE de la AIT)


Carnets de afiliados a la 
Federación de Trabajadores de la Región  Española



Barcelona, ​​18 - 26 de junio de 1870
El primer Congreso Obrero de alcance estatal se celebró en el local del Teatro Circo de Barcelona. Los internacionalistas madrileños lanzaron la iniciativa el 19 de febrero de 1870 desde las páginas del semanario "La Solidaritad" . El manifiesto invitaba a participar a todas las Sociedades de Trabajadores, constituidas o en proyecto, adheridas o no a La Internacional, pero que estuvieran de acuerdo con sus estatutos generales, a la celebración de un congreso obrero nacional, que tendría lugar en Madrid el primer domingo de mayo. Este manifiesto lo recogió el periódico "La Federación" (llevaban del Centro Federal de las Sociedades Obreras de Barcelona) en su edición del 27 de febrero de 1870, y proponía al mismo tiempo que se sometiera a votación la ciudad donde se iba a celebrar el congreso. El semanario "La Solidaritad" en su edición del 19 de marzo publicaba:





IMPORTANTE: En la Asamblea General verificada el 13 de marzo de 1870 por la Sección Internacional de Madrid se acordó, teniendo en cuenta las justas observaciones de los Centros federales de las sociedades obreras de Barcelona y Baleares, revocar el acuerdo tomado por la misma, que designa Madrid com un punto de reunión del Congreso Obrero Nacional, que debe verificarse el primer domingo de mayo próximo. 
En su consecuencia se invita a todas las asociaciones obreras a que emitan su voto respecto al punto donde deba verificarse dicho congreso. 

Al efecto remitirán su voto a los periódicos obreros: "La Federación", de Barcelona; "El Obrero", de Palma de Mallorca, y "La Solidaridad", de Madrid.

En la votación participaron 149 sociedades (15.216 afiliados) de las que votaron por,





Barcelona, ​​91 sociedades obreras con 10.030 individuos. 
Madrid, 42 sociedades, con 3.737 individuos 
Zaragoza, 9 sociedades con 964 individuos 
Valencia, 4 sociedades con 448 individuos 
Reus, 2 sociedades con 29 individuos 
Alcázar de San Juan, 1 sociedad con 8 individuos.

Sota el lema No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos, el congrés, presidit per Rafael Farga i Pellicer, començà les seves tasques a les 9 del vespre del dia 18 de juny en el local de l'Ateneu català de la classe obrera. Tot seguit es van nomenar els components de la Mesa de la sessió. Van ser elegits Emilio Hugas President i Enrique Borrel de Madrid i Antonio Marsal de Barcelona com a Secretaris. A continuació es va constituir la Comissió revisora d’actes (formada pels 12 primers delegats). 

Es van acreditar 90 delegats (74 del Principat) i el ciutadà francès Andrés Bastélica, que representaven 98 societats de 39 localitats.

Localidades representadas

AlcoiReus
AlmadénSabadell
Arahal (Sevilla)Sallent
BarcelonaSant Andreu
Cabrils (El Maresme) Sant Feliu de Codines
CádizSant Genís de Vilassar
Can Bros (Martorell)Sant Joan les Fonts
CartagenaSants
Ezcaray (Castella)Sarrià
GràciaTarragona
GranollersTeià
IgualadaTortosa
JerezUlldecona
Les CabanyesValència
MálagaValladolid
MadridValls
ManlleuVic
ManresaVilanova i la Geltrú
Palma de MallorcaVillafranca de los Caballeros
Poble Nou

(El francés Bastelica representaba las secciones 
francesas de la Internacional)

En la sesión inaugural celebrada en el Teatro Circo, la mañana del domingo día 19, Rafael Farga inició los parlamentos de los delegados, denunciando la explotación esclavizador de la clase obrera, con un conciso y encendido discurso .

El congreso debatió cuatro temas fundamentales:





1º. Sociedades y cajas de resistencia. Su Federación.
2º. La Cooperación. Su presente y su porvenir.
3º. Organización social de los trabajadores.
4º. Actitud de la Internacional con relación a la política. 
5º. Proposiciones generales.

La segunda sesión, se celebró la tarde del día 19. 
Presidente, Andrés Bastelica. 
Continúan los discursos de los delegados y la lectura de los mensajes de solidaridad recibidos.
Sesión administrativa (*) celebrada el día 20. 
Se aprueba el Reglamento interior.
(*) Las sesiones administrativas no eran públicas.
Tercera sesión, celebrada la tarde del día 20 
Presidente Clemente Bové y Rigol. Se presenta para el debate el Dictamen de la Comisión sobre Sociedades y cajas de resistencia.
Cuarta sesión, celebrada la noche del día 20-06-1870. 
Presidente Clemente Bové. Continúa el debate sobre Sociedades y cajas de resistencia.
Sesión administrativa celebrada la mañana del día 21. 
Presidente Ramón Franquesa, Secretario Antonio isla.
Quinta sesión, celebrada la tarde del día 21. 
Preside Clemente Bové. Fue sustituido por Juan Nuet. 
Votación sobre Sociedades y cajas de resistencia. Votos a favor 47. Votos en contra 2. Abstenciones 24. Delegados ausentes 11 (de estos delegados 7 se adhirieron a los votos a favor). Se lee el Dictamen de la Comisión sobre el tema de la Cooperación.
Sexta sesión, celebrada la noche del día 21. 
Preside Juan Nuet. 
Continúa el debate sobre la Cooperación. Votación sobre el tema de la Cooperación. Votos a favor 57. Votos en contra cabeza. Abstenciones 6. Ausentes 22 (de estos 5 se adhirieron a los votos a favor).
Sesión administrativa celebrada la mañana del día 22. 
Presidente Zacarías Rabassa y Secretarios Pedro Codorniu y Francisco Soriano.
Séptima sesión, celebrada el día 22 a partir de 2/4 de 4 de la tarde. 
Preside, Tomás González Morago. Fue sustituido por Francisco Tomás. 
Dictamen sobre el tema Organización social de los trabajadores. Votación sobre el tema Organización social de los trabajadores. Votos a favor 58. Votos en contra cabeza. Abstenciones 16. Ausentes 12.
Sesión administrativa del día 23. 
Preside Francisco Tomás y de Secretarios Trinidad Soriano y Juan Bargalló.
Octava sesión, celebrada el día 23 a partir de las 4 de la tarde. 
Preside Antonio González García Meneses. Dictamen sobre Actitud de la Internacional con relación a la política.
Novena sesión, celebrada el día 23 a 2/4 de la tarde. 
Preside Antonio González García Meneses. Continúa el debate sobre la actitud de la Internacional
Décima sesión, celebrada el día 24 a las 10 de la mañana. 
Preside Antonio González García Meneses. Continúa el debate sobre la actitud de la Internacional.
Undécima sesión, celebrada el día 24 a las 4 de la tarde. 
Preside Antonio González García Meneses. 
Continúa el debate sobre la actitud de la Internacional. Votación sobre la actitud de la Internacional con relación a la política. Votos a favor 55. Votos en contra 14. Abstenciones 5. Ausente del local 8.Cinco delegados se negaron a manifestar su voto.
Sesión administrativa del día 24 (celebrada en la noche). 
Preside Enrique Borrel y Secretarios Blas Cobeño y José García Viñas.
Sesión administrativa del día 25 (celebrada la mañana). 
Preside Zacarías Rabasa y de Secretarios Joaquín Viñas y Mora (ignoramos cuál)
Duodécima sesión, celebrada el sábado día 25 a 2/4 de 4 de la tarde. 
Preside Francisco Tomás de las Islas Baleares. 
Debate sobre el Reglamento típico de las Federaciones de Oficios. Votación sobre este reglamento. Votos a favor 56. En contra uno. 10 abstenciones y 17 ausentes. 
Se puso a discusión la propuesta que el Consejo Federal residiera en Madrid. La votación dio el siguiente resultado: Votos a favor 31. Votos en contra 25 (partidarios de que fuera Barcelona la localidad de residencia de la Consejo), 18 abstenciones y 14 ausentes.
Decimotercera sesión, celebrada el día 25 a 2/4 de la tarde. 
Preside Francisco Tomás de Baleares. 
Se leyeron los Estatutos de la Federación que nacía y se tomó el acuerdo de que el próximo congreso se celebrara en Valencia. 
Por terminar las sesiones públicas el presidente de la Mesa hizo el discurso de clausura.
La última sesión (adminstrativa), se celebró el día 25 a las 12 de la noche. 
Ejerció de Presidente, Emilio Hugas y de Secretarios, Tomás González Morago de Madrid y Jaime Balasch de Barcelona. 

En esta sesión se eligió al Consejo Federal de la Federación.

Las comisiones que elaboraron los dictámenes de los temas del orden del día estuvieron formadas por:

Sociedades y cajas de resistencia , 

Jaime Balasch, Eusebio Ballbé, Enrique Borrell, Buenaventura Botana, Clemente Bové, Blas Cobeño, Dionisio Farrer, José García Viñas, Anselmo Lorenzo, Francisco Nabot (o Nebot), José Rubau Donadeu, Ramón Solà, Trinidad Soriano .
La cooperación. El presente y el futuro , 

Antonio Albert, Andrés Bastelica, Enrique Borrel, Blas Cobeño, José García Viñas, Tomás González Morago, Emilio Hugas, Anselmo Lorenzo, Francisco Mora, Jaime Padrós, José Rubau Donadeu, Trinidad Soriano y Francisco Tomás.
Organización sociales de los trabajadores, 

Juan Bargalló, Andrés Bastelica, Francisco Cea, Blas Cobeño, Rafaek Farga Pellicer, Buenaventura Fornells, Ramón Franqueza, Antonio González García Meneses, Tomás González Morago, Antonio Isla, Antonio Marsal, Francisco Mora, José Rubau Donadeu, Gaspar Sentiñon, Trinidad Soriano y Francisco Tomás.
Actitud de la clase obrera ante la política , 

Antonio Albert, Manuel Bochons, Francisco Cea, Salvador Cordonet (o Carduñas), José Flamerich, José García Viñas, Emilio Hugas, Pedro Janer, Francisco Soriano, Francisco Tomás y Ramón Valls.

Hemos considerado interesante transcribir el texto de este dictamen que fue aprobado sólo con 55 votos a favor, 14 en contra, 5 abstenciones y 8 ausentes. (Los otros delegados no votaron, para hacer patente su protesta).

Considerando:

Que las aspiraciones de los pueblos hacia su bienestar, fundándose en la conservación del Estado, no sólo no han podido realizarse, sino que este poder ha sido causa de su muerte.
Que la autoridad y el privilegio son las columnas más firmes en que se apoya esta sociedad de esclavos, cuya reconstitución, fundada en la igualdad y en la libertad, se halla confiada a nosotros de derecho.

Que la organización de la explotación del capital, favorecida por el gobierno o estado político, no es otra cosa que la esclavitud perenne y siempre creciente, cuya sumisión forzosa a la libre concurrencia burguesa se llama derecho legal o jurídico, y, por tanto, obligatorio.

Que toda participación de la clase obrera en la política gubernamental de la clase media no podría producir otros resultados que la consolidación del orden de cosas existentes, lo cual paralizaría la acción revolucionaria del proletariado.

El Congreso recomienda a todas las secciones de la Asociación Internacional de Trabajadores renuncien a toda acción corporativa que tenga por objeto efectuar la transformación social por medio de las reformas políticas nacionales, y las Invita a emplear toda su actividad en la constitución federativa de los cuerpos de oficio, único medio de asegurar el éxito de la revolución social.

Esta federación es la verdadera representación del trabajo, y debe verificarse fuera de los gobiernos políticos.

La organización de la Federación que nacía se estructuró así:

1) En cada localidad se organizarán en secciones los trabajadores de cada oficio, organizándose además una sección de Oficios varios (que englobará a todos los trabajadores de los oficios que no se hayan constituido en sección).

2) Todas las secciones de oficios de una misma localidad, organizarán la cooperación solidaria y las demás cuestiones de socorro, instrucción, etc. de interés para los trabajadores.
3) Las Secciones de un mismo oficio en las diferentes localidades se federa entre sí, para organizar la resistencia solidaria.

4) Las Federaciones locales se FEDER para formar la Federación Regional Española, la representación será un Consejo Federal elegido por los congresos.

5) Todas las sociedades, federaciones locales, federaciones por oficios, así como la federación regional, se regirán por los reglamentos típicos respectivos, determinados por los Congresos.
6) Que todos los trabajadores representados en los Congresos obreros determinen, por boca de sus delegados, la vida y progresos de la organización.

El congreso siguió las directrices bakuninistas de la Internacional, aunque tuvo una fuerte oposición de los partidarios de los partidos políticos y de los cooperativistas. Las grandes diferencias de concienciación societaria y / o política se reflejaron en las diferentes votaciones.

Durante el Congreso se aprobaron varios reglamentos para las sociedades y federaciones locales y / o de oficios, y quedó formalmente constituida la FEDERACIÓN REGIONAL ESPAÑOLA DE LA AIT (FRE de la AIT) , escogiéndose un Consejo Federal formado por:





Enrique Borrell, 
Tomás González Morago, 
Anselmo Lorenzo, 
Ángel Mora la 
Mora Francisco.

Después del congreso el periódico "La Federación", cambió su subtítulo por el de "Órgano de la Federación Barcelonesa de la Asociación Internacional de los Trabajadores".



NOTA: Para más información sobre este congreso debe consultar el libro 1er Congreso Obrero Español. Barcelona, ​​1870. Estudio preliminar y notas de Victor Manuel Arbeloa. Editar Victor Manuel Arbeloa. Barañain, Navarra. Madrid, 1972.

Extraído de este libro queremos citar un párrafo del autor referido a los delegados del congreso, aúnque "ilustres" historiadoras no los recuerdo ni los mencionan, aúnque nos digan que Nuestra última historia nos la forjaron los reyes y los regentes, los monárquicos y los Republicanos, nosotros Sabemos ya que Aquellos hombres ignorados escribieron en sudor, llanto y sangre Nuestra presente historia. Una historia que no se aprender en los libros casi nunca, ni de memoria para los exámenes, sino que se vive entre las aceras de los Hechos de cada día y que asi no se Olvida jamas.


Comunicat de la secció de la Internacional, de Madrid 

A los Obreros Españoles.

Compañeros: En la asamblea general celebrada el día 14 del presente por la sección internacional de Madrid, se aprobó por unanimidad la siguiente proposición, que pública nuestro querido colega La Solidaridad.

Considerando que las numerosas adhesiones recibidas de provincias, hacen concebir la grata esperanza de que muy en breve se extenderá la Asociación Internacional por toda España, siendo esta la señal de la pronta y segura emancipación de la clase trabajadora; que este mismo incremento, bueno bajo tantos conceptos, es causa de que el comité de la sección central provisional de España en Madrid se encuentre agobiado por un trabajo superior a sus fuerzas; que debiendo en lo posible tender a quesea igual el desarrollo de todas las secciones internacionales, es precisa la federación la federación de las mismas, bajo bases que ellas establezcan. Teniendo en cuenta estas razones, pedimos a la asamblea apruebe la siguiente proposición:

1º. Se invita a todas las sociedad de trabajadores de España, constituidas o en proyecto, adheridas o no a La Internacional, pero que estén conformes con sus Estatutos generales, a la celebración de un Congreso obrero nacional.

2º. El Congreso tendrá lugar en Madrid el primer domingo de mayo del año actual en el Círculo de La Internacional.

3º. Cada sociedad podrá mandar un delegado por cada 500 miembros de que se componga, elegido por mayoría de votos en asamblea general. Si una sociedad no contase 500 miembros en su seno, podrá mandar un delegado, cualquiera que sea su número.
Dos días antes de la celebración del Congreso se constituirá un comité para recoger los nombres y mandatos de los delegados.

ORDEN DEL DÍA

1º. Discusión del Reglamento federal de las secciones españolas de la Asociación Internacional de Trabajadores.
2º. Elección del Consejo Nacional de las mismas y designación de su residencia.
3º. Proposiciones generales.

Esta orden del día deberá discutirse en todas las sociedades, a fin de que los delegados puedan interpretar fielmente las aspiraciones de sus consocios.

Madrid, 13 de febrero de 1870. 

Francisco Mora. Zapatero. Juan Molina. Tipógrafo.
Os invitamos por lo tanto a que acudáis a nuestro llamamiento enviando vuestros delegados, a fin de organizarnos solidariamente y realizar nuestra completa emancipación político-económico-social. Sería conveniente que los delegados viniesen provistos de la estadística de su respectiva sociedad, a fin de tener idea exacta del movimiento obrero en España.

Por la sección internacional de Madrid. El Comité.

Rogamos a los periódicos órganos de la clase obrera, y a los que amen de veras su emancipación, reproduzcan la presente.

Como hemos dicho al principio esta convocatoria fue publicada por el periódico "La Federación", en su edición del 27 de febrero de 1870, y este rotativo añadía,

Aplaudimos esta idea cuya realización vendrá a hacer mas fructífero el movimiento obrero español o ibérico, pues nuestra humilde opinión es de que fuesen invitados también los obreros portugueses a tomar parte al Congreso. Encontramos verdaderamente necesario el que se lleve a efecto esta idea, que producirá muy buenos resultados y unificará y federalizará todos los esfuerzos de los obreros españoles, haciendo, como así lo esperamos, una solemne y categórica declaración de que admitimos los Estatutos y Reglamentos de la grande Asociación Internacional de los Trabajadores, ingresando de hecho todas las colectividades obreras ibéricas, en este día, a tan importante Asociación. Creemos, no obstante, que la fijación del lugar donde ha de celebrarse este Congreso, debería acordarse definitivamente después de haber dado su parecer los Centros Federales o agrupaciones obreras que hay en la península, para hacer de modo que produzca todos los notables resultados que ha de producir este Congreso obrero, al que debemos cooperar todos con todas nuestras fuerzas.

Un mes después "La Federación" (edición núm. 35 del 27 de marzo de 1870) reproducía un nuevo comunicado de la sección de la Internacional de Madrid, que decía:

IMPORTANTE

En la asamblea general verificada el 13 del corriente por la sección internacional de Madrid se acordó, teniendo en cuenta las justas observaciones de los Centros Federales de las sociedades obreras de Barcelona y Baleares, revocar el acuerdo tomado por la misma de designar a Madrid como punto de reunión del Congreso Obrero nacional que debe verificarse el primer domingo de mayo próximo.

En su consecuencia, se invita a todas las asociaciones obreras a que emitan su voto respecto al punto donde deba verificarse dicho Congreso. 

Al efecto remitirán su voto a los periódicos obreros “La Federación” de Barcelona, “El Obrero” de Palma de Mallorca y “La Solidaridad” de Madrid.

Por lo tanto, rogamos a las sociedades obreras que, cuanto antes posible, envíen su voto, a cualquiera de los tres puntos señalados, para poder reunirlos, y ver el resultado, a qué punto de España debe celebrarse tan importante como necesario Congreso obrero.



Discurso de Rafael Farga Pellicer, 
en el acto inaugural 
del 
Congreso de constitución de la FRE de la AIT.

Barcelona, ​​19 de junio de 1870

Compañeros, yo os saludo, delegados, en nombre de los obreros de Barcelona; yo os saludo a vosotros que venís aquí a afirmar la grande obra de la Asociación Internacional de los trabajadores de esta Asociación cuyo lema es: No más derechos sin deberes, no más deberes sin derechos, y que contiene en si la emancipación completa del proletariado, la extirpación completa de todas las injusticias que han reinado, que reinan aún sobre la faz de la tierra. Sí, os doy la bienvenida a vosotros que venís aquí a afirmar, repito, la grande obra de la Asociación Internacional, bajo cuya bandera se cobijan ya cerca de tres millones de obreros, esclavos blancos y esclavos negros.

El derecho, el deber, la necesidad, es la que nos reúne aquí para discutir los problemas que se relacionan con la completa, radical e inmediata emancipación de las clases trabajadoras; los problemas que han de hacer el franqueamiento y redención completa del trabajo y de los trabajadores.

La emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos; esto dicen nuestros Estatutos generales, y tanto más debe suceder así, cuanto que ninguna corporación, ninguna clase ha hecho para la obrera trabajo alguno para que obtenga su emancipación. Todas las demás clases que viven del monopolio y de la explotación, procuran eternizar nuestra esclavitud; por esto ninguno de los Parlamentos burgueses, ninguno de los Parlamentos de los Estados de Europa y de todo el mundo, se ocupan de los trabajadores, ni de los elevados asuntos del trabajo.

Hoy hemos de reunirnos para constituir aquí los medios de emanciparnos; he dicho antes que nos reúne aquí la necesidad, porque el mal social y nuestros sufrimientos son grandes; vemos al trabajo, esa gran virtud que todo el mundo encomia, pero que no todos practican, vemos al trabajo víctima de las desigualdades sociales, vemos que el trabajador se halla supeditado al que no produce con su sudor el alimento que le nutre, vémosle encadenado, humillado, esclavizado, por los parásitos de esta sociedad que todo lo poseen; al paso que nosotros, los productores, que regamos con el sudor de nuestra frente la tierra, somos los desheredados que ni hogar, ni un instrumento de trabajo, ni un palmo de terreno nos pertenece.

El capital es el gran tirano que gobierna las sociedades presentes; el capital, con su privilegio del interés, dicta las leyes a su capricho. No hay otra cuestión verdaderamente de fondo en la humanidad, ciudadanos, que la de la tremenda lucha entre el capital y la pobreza, entre la miseria y la opulencia. La propiedad, con su privilegio de la renta, es otro de los medios de explotación con que cuenta la sociedad actual. El Estado es el guardador de estos privilegios, y gracias a ellos debe su existencia. La justicia de hoy se ocupa solamente en dirimir las disensiones que tienen los burgueses, nuestros explotadores, puesto que las cuestiones de que siempre se ocupan no son la emancipación del trabajo, ni de ningún asunto que se relacione con los trabajadores. Todas las cargas actuales de la sociedad pesan sobre nosotros. Luego, para cúmulo de todas estas injusticias, que sumariamente acabo de describir, está la Iglesia destinada para bendecir, divinizar la expoliación, la inicua explotación del fuerte contra el débil. Lo único que nos resta a nosotros, desheredados, víctimas del desorden social presente, es, cuando lo tenemos, el salario, fórmula práctica de nuestra esclavitud.

La hora de la redención se acerca. Nosotros queremos ejercer nuestros derechos. Aquí nos congregamos para así declararlo al mundo todo; queremos la justicia, y, por tanto, queremos que cese el imperio del capital, de la Iglesia y del Estado, para Construir sobre sus ruinas el gobierno de todos, la anarquía, la libre federación de libres asociaciones de obreros.

Muchos hombres ilustres se han ocupado desde hace algunos años en estudiar las cuestiones sociales; pero en sus estudios, a los cuales debemos estar agradecidos, puesto que han planteado el estudio de las cuestiones sociales, no han tratado más que del comunismo autoritario, del individualismo y del socialismo de la clase media.

Los trabajadores unidos en la Asociación Internacional han puesto sobre el tapete las cuestiones sociales, viendo que la causa de la emancipación no avanzaba, pendiendo su estudio de los sabios adormideras. El socialismo de la Asociación Internacional es el único socialismo lógico que puede resolver todos los problemas sociales, único que puede curar los males sociales. Después del socialismo de la Internacional, ya ningún otro socialismo tiene razón de ser, ya ninguno tiene razón de existencia. Por esto vemos, ciudadanos, que gran número de hombres ilustres, que se han ocupado de las cuestiones sociales, se han hecho extraños al gran desarrollo de las ideas sociales de la Internacional: ayer tenidos por revolucionarios, han pasado al doctrinarismo, porque no han dado oídas al progreso; y cuando a éste no se le atiende, o se va contra él, se queda aplastado. Esos hombres, burgueses como son, han seguido la ley fatal que ha seguido su clase. La clase media, revolucionaria, ayer, es hoy conservadora. Sus días están contados. El progreso de la Internacional patente está desde la primera hasta la última línea de los Estatutos generales, desde el primero al último de los acuerdos tomados en los Congresos, y, sobre todo, ciudadanos, en los tomados en el Internacional de Bruselas y en el último de Basilea, donde se determinó casi por unanimidad que la tierra debía ser propiedad colectiva de todos los trabajadores y la abolición del derecho de herencia; donde se echaron los cimientos de la nueva organización social, en la cual podremos decir: El Estado somos nosotros.

Voy a terminar, compañeros. Nosotros aquí venimos a consolidar la obra de la Internacional; venimos a proclamar altamente el derecho al trabajo, el derecho a la vida; todos nuestros derechos; venimos a decir que queremos ejercerlos, que los ejerceremos; venimos a decirle a esta sociedad inicua:

Para que la justicia sea una verdad, queremos como única forma social, la organización económico-solidaria del trabajo; queremos la emancipación social por medio de la revolución social. He dicho.



REGLAMENTO INTERIOR
(Aprobado en la sesión administrativa del día 20-06-1870)

DEL PRESIDENTE

Articulo 1º. El presidente abrirá y cerrará las sesiones, cuidará de mantener el orden y dirigirá las discusiones; concederá la palabra sobre el fondo de la cuestión siguiendo estrictamente el orden en que los oradores la hayan pedido.
Art. 2º. Debe llamar al orden al que se exceda y a la cuestión al que de ella se aparte.
Art. 3º. Para fijar los asuntos que se han de discutir y su turno, se atenderá a la orden del día, que de antemano debe estar determinada. Los asuntos no consignados en ella se discutirán cuando la asamblea lo determine a propuesta del presidente o de otro delegado.
Art. 4º. Si quiere tomar parte en la discusión, dejará la presidencia hasta tanto que se termine o se aplace el debate en que ha tomado parte, y si el asunto ha de ser objeto de una votación, hasta que ésta se haya verificado si ha de seguirse inmediatamente, y si no, cuando se verifique.
Art. 5º. La voluntad de la Asamblea expresada es la manifestación de su autonomía, por tanto debe ser respetada; por esto, cuando el caso lo requiera el presidente no debe resolver por sí, sino consultar a la Asamblea, bien por iniciativa propia o por la de otro miembro que lo proponga.

DE LOS SECRETARIOS

Art. 6º. Deben tomar apuntes, redactar el acta de cada sesión y leerla en la siguiente.

DE LA ORDEN DEL DÍA

Art. 7º. Al fin de cada sesión el Congreso fijará la orden del día de la siguiente. Los asuntos, una vez aprobados, serán suscritos según el orden que hayan sido propuestos, pero si el Congreso lo cree y es oportuno, puede dar la preferencia a una cuestión sobre las antes propuestas. Así como si una discusión se hace larga inútilmente o es rémora a la discusión de asuntos perentorios, puede determinar, a propuesta de cualquiera de sus miembros, que pase a la orden del día inmediato.

Se celebrarán dos sesiones diarias: la primera, de las tres y media de la tarde a las seis, y la segunda empezará a las ocho en punto de la noche y terminará a las diez de la noche.

CUESTIONES PREVIAS Y DE ORDEN

Art. 8º. Sólo para estas cuestiones y en los casos ya indicados puede ser interrumpido el orador.
Art. 9º. Cuando se presente un tema o proposición a la Asamblea, sólo podrá ser apoyada por espacio de cinco minutos, y en seguida el presidente preguntará a la misma si se toma en consideración o no, resolviéndose lo que decida la mayoría.
Sobre cada tema podrán usar de la palabra todos los delegados. Cuando la discusión esté agotada a juicio de la Mesa o de algún delegado puede preguntarse si está el punto suficientemente claro, resolviéndose según acuerde el Congreso.
Art. 10. Todo miembro puede pedir la palabra como cuestión de orden, cuando el presidente olvidara su deber, para proponer una forma importante al fondo de la discusión y para cualquier otro motivo que el Congreso determine siempre libre de apreciar.

FIN DE LA DISCUSIÓN

Art. 11. Cuando un asunto se dé por suficientemente discutido, nadie podrá hablar sobre lo mismo.

DE LAS PROPOSICIONES, ENMIENDAS Y ADICIONES

Art. 12. Las proposiciones, enmiendas y adiciones serán presentadas a la mesa por escrito, en términos concretos y suscritas por dos miembros.
Art. 13. El Congreso debe decidir si para examinar las proposiciones que se presenten se ha de nombrar una comisión que emita dictamen o si inmediatamente se han de poner a discusión y votación.

DE LAS COMISIONES

Art. 14. Se constituirán por incorporación voluntaria de los miembros que querían pertenecer a cada una de ellas. No habiendo incompatibilidad más que entre los que se reúnen a la misma hora.

DE LAS VOTACIONES Y RESOLUCIONES

Art. 15. En las cuestiones de principios y cuando algún miembro lo pida, las votaciones serán nominales. En los demás casos, el presidente se valdrá de la fórmula “los que digan si, que se levanten”, y una vez contados éstos, pedirá que se levanten también los que digan no.
Art. 16. Para que una resolución sea definitivamente considerada como representando la opinión de la mayoría, debe ser votada tres veces, una después de la discusión y las otras dos siguientes a la lectura del asunto.

ARTÍCULO GENERAL

1º. Todo miembro para hacer uso de la palabra, debe haberla pedido y obtenido.
2º. Se concenará el uso de la palabra a los que la pidan sobre el fondo de la cuestión, en los casos ya Indicados.
3º. Todo miembro debe cuidar de no entrar en el terreno de las personalidades, en el cual se vicia la dignidad de la discusión. Si ocurriese algún caso de éstos u otro cualquiera que pueda perturbar el orden que debe existir en el Congreso, se remitirá a las sesiones administrativas del mismo.
4º. Los miembros no deben dirigirse al público ni a ningún individuo en particular; sólo al Congreso en general.


Discurso pronunciado por Francisco Tomás, 
presidente de la Mesa 
en la decimotercera y última sesión pública.

Ciudadanos: Después de haber resuelto con el criterio revolucionario y radical los temas y proposiciones generales que han sido puestos a la deliberación del primer Congreso de la región española, éste ha concluido sus tareas.

Yo, aunque escaso de inteligencia, pero con una completa convicción de las ideas que sostenemos, no puedo menos de felicitaros por vuestra obra.

Delegados de las secciones españolas de la Asociación Internacional de Trabajadores, habéis sentado sobre sólidas bases la organización del porvenir que hace bambolear las carcomidas Instituciones del presente. Estad seguros que al menor soplo de la potente organización obrera caerán hechas pedazos por el peso de sus crímenes e Injusticias.

El porvenir pertenece al Trabajo. El Trabajo es el deber de todos los hombres, es la ley de, la vida, es el único medio para que se pueda exigir el derecho a los productos del mismo.
La Federación Española de la Asociación Internacional de Trabajadores, cuyo Reglamento hemos aprobado, es una organización puramente obrera, nueva en la que hasta ahora hemos llamado patria y solamente ha sido y es nuestra madrastra, porque somos en ella esclavos.

Como vosotros lo comprendéis, espero lo comprenderán nuestros hermanos los trabajadores, y de esta manera, teniendo conciencia de sus derechos, verán palpablemente que en las luchas políticas sólo han sido sacrificados para que otros se repartieran su sudor y su sangre.

La Internacional ha levantado muy alta su bandera en la región española. Sus principios y estatutos han sido aceptados por muchos miles de obreros. Ahora sólo falta ponerlos en práctica. Vosotros tenéis la misión de hacerlo. Es necesario que nos convirtamos en apóstoles de la idea social, conviene que inculquemos las ideas Internacionales en el corazón de los obreros. Propaganda y más propaganda, y el triunfo es seguro.

Hemos discutido el pacto de solidaridad entre todas las secciones de la región española; de su aceptación por la misma depende el triunfo de la justicia. Si los obreros quieren, ningún poder podrá resistir nuestro empuje, y nosotros solos, sin ayuda de nadie, alcanzaremos la completa y radical emancipación de la clase obrera.

Concluiré dando las gracias en nombre del Congreso a la federación local de las secciones barcelonesas, por la fraternal acogida que hemos de ellas recibido todos los delegados, por los trabajos y sacrificios verificados para que este Congreso, representación del trabajo, pudiera realizarse con todas las condiciones tan necesarias para que los obreros federados asistieran a nuestras reuniones, cuyo exclusivo objeto ha sido ocuparnos de nuestros males y el medio de remediarlas. 

Y como todos, desde hoy formamos parte de la gran familia internacional, concluyo suplicándoos que deis un ¡viva! a la Asociación Internacional de Trabajadores.



Federación, La. No. 046 (19 jun. 1870)

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